Debemos evitar los malos hábitos alimenticios que originan la disminución del apetito, como por ejemplo tomar mucha leche o jugos que hacen que a la hora de la comida los niños no tengan hambre.
Además existen varias técnicas que podemos poner en práctica como:
1. Que la hora de la comida sea divertida: Conversa, juega, ríe con tu niño mientras le das de comer. Si tú estás de mal humor o ansiosa, él lo percibe.
2. Prepara platos coloridos y vistosos.
3. Deja que el niño te ayude en la preparación. Se divertirá, ya que les encanta hacer lo que hacen los adultos, y comenzará a formar un lazo especial con los alimentos.
4. No le des juguetes mientras come, ni dejes que vea televisión. Debe prestar atención a su comida.
5. Es buena idea darle un plato para que intente comer solo, mientras tú le das de otro para controlar la cantidad que come.
6. Si te acepta sólo dos cucharadas, no lo obligues, dale poca comida cada media hora, pero siempre sentado y no corriendo por la casa.
7. Siéntense todos juntos a la hora de comer. Los niños aprenden por imitación.
8. No le des líquidos con las comidas para evitar que se llene.
9. Prueba hacer picnics, comer en el jardín, en su casa de muñecas, en la playa. Lleven sus alimentos en tapers herméticos y disfruten de un divertido almuerzo al aire libre.
10. Incentívalo a hacer más actividad física. Mientras más se desgaste, más hambre le dará.
